Seguimos el mercado, desarrollamos especificaciones de las necesidades del mercado, agregando nuestra creatividad empresarial, y alimentamos de esto al ingeniero. El mercado define el producto, el ingeniero lo sigue.
Nuestro negocio gira en torno al cliente: necesitamos entenderlos, sus necesidades, sus problemas, sus vidas. Según esto, creamos soluciones que sorprenden a nuestros clientes porque van más allá de sus deseos.
La comunicación lo es todo. No tenemos secretos y comunicamos cualquier desviación de nuestros planes en la etapa más temprana posible. De esta manera, protegemos nuestros proyectos, nuestro equipo y a nuestra persona.
Debemos tomar decisiones sin dudarlo todos los días. A veces tenemos que aceptar algún riesgo, y todos cometeremos errores. Esto está absolutamente bien, siempre que seamos cuidadosos y transparentes.
Necesitamos controlar nuestra acción. Tenemos planes de 3 años, pero nos centramos en el próximo medio año, revisando nuestra posición actual todas las mañanas. Un paso a la vez, rápido y concreto.
Eres la persona maestra de tu plan, nadie más hará eso. Edúcate para tener control y disciplina. Actúa de manera estricta con tu propia disciplina de tiempo y educa a tu equipo para lo mismo.
Tendremos hitos y reuniones relacionadas. Las fechas no se pueden cambiar, pase lo que pase. Pero podemos explicar las desviaciones y eventualmente podemos reducir la cantidad de entrega en la fecha y planificar el residual. La disciplina de tiempo desde el principio será clave para el éxito.
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